martes, julio 08, 2003

La fiesta de Octavio fue excelente. Muchos detalles que por el momento no pienso mencionar. Al final de la fiesta (el día siguiente) ya que todos se habían ido, bueno quedó Demían pero cayó como angelito, vi a mi hijo adorado (Octavio) acercarse a su aparatote de muchos botoncitos para mezclar. Su sonrisa transformó mi sala vacía. Me levanté al escuchar la primera rola y me senté a un lado de él. Lo dejé seguir en silencio, muchas rolas y horas de encanto que continuó hasta escuchar “all is full of love”. Me dejó llorar. Estábamos llenos de amor.