viernes, enero 03, 2003

No lo pude evitar y lo primero que pasó por mi mente fue agarrarle las caderas y acercar mi cara, sin quitarle el pantalón. Me excitó lo duró y tieso de la mezclilla y sentir sus huevos flácidos en esa coraza. Cuando comenzó a sobresalir su miembro abrí suavemente el cierre dejando entrar a mi naríz y a mi lengua. Así lo tragué todo completo, él ya no me importo, lo importante era su miembro. Babeé de lo delicioso que estaba, lo mordia, lo besaba, lo tragué hasta que ya no entró nada más. Quería pentrarlo y partirlo en dos, mi cara quería estar adentro de ese miembro. 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10 . . .