Juan llama en la madrugada del sábado y me despierta. Después de un saludo y una ironía, me cuenta que está contento, de sus planes para el fin de mes y le dá tragos a su whisky. Mientras, me levanto un poco y recargo mi cabeza, le doy un trago a la cerveza que dejé antes de quedarme dormida y sonrio. Me presume como se vestirá para ir a una boda y me dice que le fastidian esos eventos, vuelve a dar otro trago a su whisky y me dice que tiene el último libro de Fernando Vallejo, pregunta si quiero oír algo - mmsssiiii- contesto amodorrada, y comienza a leer, lo único que hago es reir cada vez que termina una frase. Me pregunta porqué rio y le digo que me gusta oirlo hablar que me lea. Un silencio y quedamos en vernos pronto.

Buenas noches Juan.