viernes, enero 10, 2003

El Remi llamó y me pidió el paro de llegar al cantón, buscamos al Poncho y al no encontrarlo fuimos a cenar tacos al pastor, tratamos de buscar chelas pero la pinche ventanita ya no abrió. Le picó la salsa y dice que parece que se hubiera ido por más tiempo de México, me cuenta las diferencias en todos los sentidos de vivir en París. Ya de regreso se acuesta y pregunta por cosas sin importancia, cansado, se queda dormido. Me quedo boca arriba mirando al techo y me estiro en la cama, lo único que quiero es descansar.