lunes, abril 28, 2003

El teléfono no ha sido hoy mi cómplice, ocupado. Añoro los viejos tiempos en los que bastaba un llamadita y listo, siempre disponible. Me arriesgaré y haré una visita, espero no ser obvia y descubran a la primera mis planes. Hoy como ayer es culpa del calor. Amo el calor.